La participación árabe en la Guerra Civil Española. Árabes franquistas y Árabes republicanos
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Los años treinta fueron una época difícil en el mundo entero. La crisis económica
sumió el mundo en una crisis de confianza total; España en aquel momento acababa de salir
de la dictadura militar de Primo de Rivera. Su caída en 1930 había provocado a su vez la
caída de la monarquía del rey Alfonso XIII porque se sintió más aislado que nunca. La clase
obrera le consideraba el símbolo de la opresión; la clase media no le perdonaba su respaldo a
los siete años de dictadura del general Primo de Rivera. Incluso para la clase dirigente, la
monarquía ya no representaba una garantía de futuro; su escasa popularidad había quedado
patente en la victoria de los candidatos republicanos en las principales ciudades, durante las
elecciones municipales del 12 de abril de 1931. Las clases populares se sentían cada vez más
identificadas con propuestas políticas republicanas. El jubilo del pueblo y las escasas muestras
de adhesión a la Corona hicieron comprender a Alfonso XIII su aislamiento; mientras el país
celebraba la proclamación de la República, abandonó el palacio por última vez, rumbo a un
exilio voluntario en Roma.
Con la proclamación de la Segunda República, el 14 de abril de 1931, se abría en
España un período democrático cuyos principios quedaban recogidos en la nueva
Constitución republicana. Contando con un amplio apoyo popular, la República afrontó un
ambicioso programa de reformas -el ejército, la educación, el campo, las autonomías- que
encontró fuertes resistencias entre los militares, la Iglesia y la oligarquía. La victoria electoral
del Frente Popular, en febrero de 1936, dio inicio a un período de radicalización política y
agitación social.